Madonna no sólo hizo gala de un excelente estado físico y una gran puesta escena muy acorde a la imponente escenografía que tenía detrás suyo, sino que en sólo trece minutos, tiempo aproximado que duró su actuación, nos dió un curso intensivo y bastante rápido del nivel al que se debe llegar para montar el mejor show en la faz de la tierra, tal y como lo había prometido semanas atrás.
Su entrada fué digna de una diosa, con una temática inspirada en la mitología griega y egipcia, con unas alas enormes y decenas de hombres semidesnudos, jugando a ser LA mujer alfa de la corte. Su interpretación de "Vogue" fué más que magistral con efectos de cuchillazos y pasos de baile que allá por comienzos de los 90s, la convirtieron en la primera diva gay por excelencia.
"Music", tema que interpretó junto al dúo LMFAO, fué una muestra más de que cuando quiere puede reinventarse, morir y volver a nacer, si no, ¿entonces por qué después de haber pasado la barrera de los 50 sigue estando igual de vigente que al comienzo de su carrera?. Una vez la escuchamos decir: 'Nunca haré nada que en el pasado ya haya hecho', he allí su secreto. No hay palabras para describir lo que hizo al empezar a sonar "Party Rock Anthem"...
Nicki y M.I.A. un deleite verlas juntas, tres de las divas pop más originales de todos los tiempos cantando en un mismo escenario al ritmo de una canción que gracias a sus intérpretes pudo destacar sin importar que casi el 70 por ciento de su música haya sido filtrada tres meses atrás.
Cee Lo Green, WOW, el si que merece haber salido del anonimato. Un gran cantante con un carisma y una versatilidad para intérpretar cualquier tipo de género de una manera envidiable. Escucharlos cantar juntos "Open Your Heart", un poco de "Express Yourself" y por último, "Like a Prayer"... fué... tan épico, tan único, tan Madonna...
La maestra ha obrado, ahora sólo queda superarla o imitarla... difícil elección ¿verdad?.