El productor de Glee, Ryan Murphy, siempre tuvo en mente de qué manera iba a terminar la serie gracias a la cual se hizo conocido, sin embargo, nada le hizo presagiar que sería justamente el protagonista de tan esperado final, es decir, el actor Cory Monteith (quien en la serie interpretara a Finn), quien terminara por fallecer trayéndose consigo, no solo penas y llantos por parte de los fanáticos de Glee, sino también un plan de por si ya establecido para el dramático final de dicha serie.
Fue durante un discurso expuesto recientemente por Ryan durante la que fue la ceremonia de recordatorio ofrecida en memoria del fallecido actor Cory Monteith, que este confesó que para él, "Cory fue siempre el principio y el final de Glee, literalmente".
"El final de Glee es algo que nunca antes había compartido con nadie, sin embargo, siempre lo supe. Siempre lo ví como una fuente de cómfort. La última línea del diálogo iba a ser la siguiente: Rachel regresa a Ohio, realizada mas no del todo, y camina en dirección al club glee de Finn. '¿Qué haces aquí?, el le preguntaría. 'Estoy en casa', ella respondería. La escena se desvanece. Fin."
No cabe duda que la pérdida de Cory ha dejado triste a más de uno, y qué pena que no hayamos podido presenciar el que posiblemente hubiese sido el final soñado por muchos para esta fantástica serie que aunque los últimos años ha tenido sus altos y bajos, siempre cumplió con su principal objetivo: el de entretener.