Desde que se hizo famosa hace varios años atrás, Katy Perry había demostrado serle completamente fiel a su típica cabellera negra, o a lo mucho, a evitar teñirla de una forma en que ni por asomo se asemejara al de la mayoría de popstars con la típica melena rubio platinado. Resulta raro entonces ver a la artista luciendo tan feliz y segura de sí misma al más puro estilo de una Madonna, Britney o similares, esto, en el nuevo número de la revista Wonderland. ¿Acierto o todo lo contrario?
Lo dicho, la diferencia que le ha dejado a Katy tan radical cambio de look es de lejos muy notoria en su persona, algo con lo que ella dice estar perfectamente bien, tanto que la ha llevado a afirmar que la presente es por mucho una de sus mejores y más favoritas portadas. Nosotros opinamos igual, Katy.
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